sábado, 12 de octubre de 2013

ASÍ APRENDÍ...



Llevo en mi rostro dibujada una sonrisa
que se formo de tanto llorar... 
Porque de tanto perder aprendí a ganar,
Porque conozco tanto el piso, 
que mi mirada solo se dirige al cielo.
porque tantas veces he caído, que cada vez que bajo
sé que mañana subiré.
porque el ser humano me asombra tanto, 

que aprendí a ser yo misma.
Necesité sentir la soledad,para aprender a acompañarme
Ayudé a los demás tantas veces,
que aprendí a esperar que me pidan ayuda
Hago lo que debo, de la mejor forma posible,
y los demás que hagan lo que quieran
Vi a tantos correr sin sentido, como liebres,
que aprendí a desplazarme como tortuga
apreciando y valorando el recorrido.
Pero lo más valioso, es que aprendí a ser
feliz con tan solo una sonrisa de las personas
que me hacen sentir bien.


Ma. Consuelo Idrobo